La duración del efecto depende del tipo de relleno utilizado. Los rellenos dérmicos a base de ácido hialurónico suelen durar entre 6 y 12 meses. Con el tiempo, el cuerpo absorbe el material, lo que hace necesario un nuevo tratamiento para mantener los resultados.

Es importante discutir tus planes de lactancia con tu cirujano plástico antes de someterte a la cirugía.

El procedimiento puede causar algo de incomodidad, pero no suele ser extremadamente doloroso. Generalmente, se aplica una crema anestésica o anestesia local para minimizar las molestias. Los pacientes suelen sentir un leve pinchazo durante la inyección y algo de hinchazón después.

Como con cualquier procedimiento, hay riesgos y posibles efectos secundarios. Los más comunes incluyen hinchazón, enrojecimiento, moretones y sensibilidad en el área tratada. En casos raros, pueden ocurrir infecciones o reacciones alérgicas. Es importante acudir a un profesional cualificado para minimizar estos riesgos.

Después del aumento de labios, es recomendable evitar el ejercicio intenso, la exposición al calor (como saunas o baños calientes), y no masajear o presionar los labios durante al menos 24 a 48 horas. También es aconsejable mantenerse hidratado y evitar el uso de maquillaje en los labios hasta que la hinchazón inicial haya bajado.

Sí, en la mayoría de los casos se puede revertir el aumento de labios si no estás satisfecho con el resultado. Si se ha utilizado un relleno a base de ácido hialurónico, el médico puede inyectar hialuronidasa, una enzima que descompone el ácido hialurónico, permitiendo que el cuerpo lo reabsorba rápidamente. Sin embargo, siempre es importante discutir tus expectativas antes del tratamiento para minimizar la posibilidad de insatisfacción.